Txus di Fellatio, fundador y batería de Mägo de Oz charla con La Tribuna sobre el concierto que el grupo ofrecerá en las fiestas del Polígono y su nuevo disco.
Txus está encantado de que Mägo de Oz venga a las fiestas del Polígono mañana. La banda ofrecerá un concierto de un par de horas y presentará parte de su nuevo álbum ‘Ira Dei’, un disco que «suena muy bien» según los críticos, vende y ofrece sonidos nuevos de un grupo que lleva en pie 31 años. Se trata de una banda inquieta que cuando está de gira se entrega a un gran número de conciertos en España y en otros muchos países aunque de ese éxito no hablen los grandes medios ni las cadenas de televisión. El Polígono recibe mañana a una banda de antes y de ahora, con mucho rock y heavy metal, pero, sobre todo, con una potente escenografía que nunca deja indiferente.
No es el primer concierto de Mägo de Oz en Toledo ni en el Polígono. ¿Qué trae esta vez?
Es la primera noticia que tengo de que no es la primera vez que tocamos en el Polígono. Es imposible acordarse porque hacemos unos noventa conciertos al año y después de 31 años… No me acuerdo. En Toledo haremos un concierto de la gira del último disco, ‘Ira Dei’, que salió hace tres meses, de dos horas aproximadamente, tocamos más de veinte canciones, ocho o nueve serán temas del nuevo disco, y haremos un repaso a toda nuestra carrera.
Los críticos dicen de este último disco que suena muy bien. ¿Un buen comienzo no?
Los críticos ya sabemos como son, según les da. Nunca he creído en halagos ni en críticas porque se trata de algo subjetivo. La música, al igual que el cine, o te gusta o no te gusta, te entretiene o no. Cuando voy al cine lo que quiero es no mirar el reloj y para mí tan buena película puede ser ‘Ciudadano Kane’ como ‘El guardián de las galaxias’. El motivo y el origen de una película es entretener y no sentar cátedra y hacer arte. Lo de que la música es arte me espanta un poco.
Durante las dos horas que dura el concierto quiero que la gente se olvide del paro, de sus problemas de casa, de los estudios y que durante ese rato le demos una pastillita en forma de canciones para que sean felices. Tampoco quiero cambiarles la vida, únicamente divertir. Y si les hacemos pensar y pararse detenidamente es un plus. Pero si la gente se va con una sonrisa cosida a la cara después de un concierto de ‘Mägo de Oz’ es que hemos hecho bien nuestro trabajo.
Con el disco pasa lo mismo. Llevábamos cinco años sin nada nuevo y vimos oportuno que el disco tenía que ser doble. Es más actual que los anteriores, con un sonido más moderno y está teniendo mucho éxito de ventas. Y nuestro videoclip ‘Te traeré el horizonte’ lleva casi cuatro millones de visitas.
Y en esa canción participa el violinista Ara Malikian. ¿Cómo ha sido esa colaboración?
Muy buena. Es un buen amigo nuestro al margen de un pedazo de músico. Cuando escuchó la canción dijo que quería tocar en ella y ha quedado muy chula.
Y la gira se llama Apocalipsis. ¿Por qué embarcarse en un proyecto que llama al fin, tan dramático?
La temática de este disco habla del Apocalipsis porque no hay más que darse un baño en un mar de plásticos, pajitas, latas de cerveza, ver cómo está la alta política. Evidentemente, desde el ateísmo, me imagino que viene el anticristo y cristo… Molaría que fueran hermanos gemelos y fueran la dualidad el uno del otro, que vinieran a la Tierra y tuvieran una lucha. De eso va el disco.
Aunque no sigas las críticas, lo cierto es que te ponen por las nubes. Dicen que en este nuevo disco la batería suena mejor que nunca. Otro halago más.
No es que no me gusten las críticas, es un mal menor. Me lo tomo bien, pero la mejor crítica es mirarse al espejo por las mañanas y ahí sabes si has sido honesto, si has dado un cien por cien, si has trabajado y si sigues con ilusión. Es la crítica que me importa, también la de los fans.
Es como los discos de oro, que ya llevamos 16 o 17, y los de platino, son formas de colgar tu ego en la pared del salón para que las visitas se sientan deslumbradas. Para mí, un disco de oro es que un chaval de quince o dieciséis años escuche una canción como ‘Tu funeral’, del nuevo disco y se pare a pensar un poco si está tratando bien o no a su chica.
Y dices que la venta del disco va muy bien. Pues es un logro porque el panorama musical no pasa por su mejor momento… Ya no se puede vivir de la venta de discos.
Todos vivimos de los conciertos y de la venta de discos casi ningún grupo puede vivir tal y como está la industria. La piratería ha matado la música en disco. ¿Cómo vas a convencer a un chico de 15 años que se gaste 20 euros en un disco cuando apretando un botón en su ordenador se descarga todos los discos que quiera? Estamos ante la muerte agónica de los discos grabados en estudio. Imagina que hay una cervecería muy chula y que al lado hay otra que te pone la misma cerveza gratis… Aquí pasa lo mismo.
Los músicos tenemos muy poca ayuda del Estado. No tenemos la gran suerte que tienen los del cine español que les subvencionan con millones cuando deberían ser ellos quienes lo hicieran. Y encima se quejan de que la gente no va al cine… A lo mejor es que las pelis no son muy buenas. Imagina que voy al ministro de Cultura y le digo que quiero que me subvencionen el disco, la carcajada sería enorme.
Mägo de Oz tiene ya cuarenta conciertos programados para estos próximos meses. El grupo tiene una agenda apretada.
El año pasado hicimos 120 conciertos y ahora se trata de hacer 40 en tres meses. Siempre hacemos giras muy largas por todo el mundo. Solemos hacer 40 en España, unos 38 en Sudamérica, 15 en Estados Unidos y otros en Rusia, Francia y otros países… Pero nosotros no somos Pablo Alborán ni los triunfitos y la gente no se entera porque somos melenudos con tatuaje y no interesamos demasiado.
Tampoco soléis salir en los 40.
Ni en Televisión Española, que pagamos todos.
¿Os gustaría escuchar una canción de Mägo de Oz del último disco en los 40?
Hemos salido y hemos sido número 1 con ‘La costa del silencio’ y con ‘Fiesta pagana’. Y ahora no tendría ningún problema en que nuestra música saliera en los 40 e incluso que sonara en el hilo musical de los tanatorios. El leitmotiv de un artista es que la gente vea su obra. Nunca hemos vetado a ninguna emisora de radio ni de televisión, nosotros estamos encantados en salir en todos los lados y que la gente nos vea.
¿Se entienden bien el rock y el heavy metal o todavía tienen demasiadas etiquetas?
Tiene muchísimas.
Algunos todavía piensan que en el heavy metal se grita.
Eso es incultura porque no gritamos. Nadie grita en una canción de Mägo de Oz. Son estereotipos de la incultura, pero cuando viene a tocar a España Bon Jovi o Metallica o cualquier grupo de rock hay 80.000 o 90.000 personas en los conciertos. Este país es así… Si tuvieras que hacer un balance de los 31 años de Mägo de Oz, de sus épocas buenas, malas y regulares, ¿qué resaltarías?
La vida de Mägo de Oz es paralela a mi vida. Lo monté con 18 años, voy a cumplir 50 y me he enamorado, me he divorciado, me he casado, he tenido una niña y todo ello en paralelo a cada disco. Estos 31 años son como un álbum de fotos y cada vez que veo un disco veo como era yo. La vida me ha dado mucho más de lo que me merezco y soy de los que se dan cuenta de ello ahora que Mägo de Oz está en el segundo tiempo del partido y cada vez queda menos para que acabe.
¿Cómo se compagina eso de ser batería y compositor en Mägo de Oz y vocalista en la banda ‘Bürdel King?… ¿Le estás haciendo competencia
No. A Mägo de Oz no se le puede hacer competencia con una banda amateur tan pequeñita. La utilizo con amigos de vez en cuando. Soy muy hiperactivo y aparte de compositor y batería de Mägo de Oz soy productor de grupos, he publicado un libro de poesías, he editado un disco de canciones infantiles y todas estas cosas me mantienen activo y hacen que no me aburra. El día que me aburra con la música lo dejaré.