Mägo de Oz nos ha concedido una Pre-Escucha exclusiva a Chile de Oz, Comunidad de Fans Oficial, donde 40 almas hemos vibrado, reído y llorado, en una jornada intensa llena de emociones.
Por primera vez hemos contado con la colaboración de medios de prensa, a quienes agradecemos su participación y buena recepción.
Con mucho cariño, ad portas del estreno de un nuevo videoclip, les compartimos nuestro review de Alicia en el Metalverso, el nuevo álbum de Mägo de Oz.
- Alicia en el Metalverso
Piensa en una atmósfera fría, oscura, con solo breves y débiles haces de luz de color. Suena el primer riff de guitarra con una afinación bajísima que no es común en Mägo de Oz. Rafa arranca con un tono medio agudo, que contrasta de manera impecable. Estamos escuchando a Black Sabbath? Dio? No… Es Mägo de Oz! Risas siniestras de fondo acompañan la atmósfera, que inevitablemente te lleva a cabecear. Fernando Mainer y su bajo son protagonistas sin duda, mientras tenemos un guiño a Finisterra y “deseos.com”. Una orgía entre Astaroth, Satanael e Ilussia. El nombre infantil es solo una trampa, un engaño, porque definitivamente es el tema más metalero que ha compuesto Mägo de Oz, sin desmerecer trabajos anteriores. Lo confirman los guturales de Diva Satánica. Para cantar este tema como corresponde, habrá que tomar clases, o romperemos nuestras cuerdas vocales.
“Todo lo que has aprendido de la vida, Alicia, olvídalo…”. Es el momento de bajar las revoluciones con armonías de guitarra acústica, flauta y violín, pero no dura mucho. Un coro nos interrumpe para dar inicio al sonido folk clásico de Mägo de Oz, y luego volver al ambiente inicial de tonos bajos. Un sonido quizás habitual en bandas más duras, pero completamente fresco en Mägo de Oz, que lejos de causar incomodidad, te saca una sonrisa y provoca ganas de querer escuchar más.
- El Sombrerero Loco
Comparado al resto de las canciones, podemos ver que es el tema más “comercial”, aunque no por eso es de menor calidad o con menos “metalosidad”. Puede que haya gente que no esté de acuerdo, pero como primer single fue un excelente movimiento estratégico para causar ansiedad y grandes expectativas, cumpliendo a la perfección la misión de dar que hablar entre todo el fandom, haters incluidos.
- El Metalverso
¿Es Yngwie Malmsteen? No. Es una batalla de guitarras que solo Jorge Salán y Victor de Andrés podrían llevar a cabo. Un tema más fácil de digerir que el primero, liviano, casi feliz. El teclado casi psicodélico de Francesco Antonelli nos lleva a otro mundo, al “Metalverso”, como si fuéramos Alicia cayendo. Nuevamente Rafa sorprende con un tono agudo más que adecuado, una voz rasgada llena de pasión. “Tu vida es tan vacía que la llenas de mi”, un saludo de Txus a los haters, que definitivamente no serían capaces de enfrentarlo cara a cara. ¿De dónde sacan tanto tiempo para dedicarlo a lo que no les gusta? Claramente, nadie lo entiende. “¡Encuentra una novia ya!”
- Seremos Huracán
Inicia la batería con doble bombo impecable, seguida de riffs de guitarra y gritos de metal. Una canción que nos habla de Alicia, una chica transgénero. ¿Qué? ¿Te molesta la letra? ¿Olvidaste El que Quiera Entender que Entienda? ¿La Dama del Mar? Un tema lleno de mensajes de aceptación y superación, acompañados de buen heavy metal al estilo Mägo de Oz. “Si juntos podemos soplar, te juro que seremos huracán”. Carlos Escobedo (Sôber) se hace presente en la composición del tema junto a Txus di Fellatio.
- Como un Susurro
Una balada heavy en la que Francesco Antonelli vuelve a ser protagonista, acompañando los más dulces tonos que puede lograr Rafa Blas. Una carta de despedida de un amor al que dejamos ir. Si alguna vez has estado enamorad@, esta canción revolverá tu mente y tu corazón hasta las lágrimas.
- Luna de Sangre
Un tema que marca la diferencia entre el resto del disco, por la colaboración de Isra Ramos. Al igual que el tema anterior, nos mantenemos en un ambiente romántico, pero con el heavy metal presente. El teclado le aporta el toque power, que a ratos podría recordarnos a Stratovarius. La batería suena con una potencia pocas veces escuchada. El dúo entre Josema y Mohamed es digno de una pieza clásica, llena de dramatismo y tragedia. “Lobo Negro, cuántas lunas besaron tu mal bajo el cielo desierto…”.
- Somos los Hijos del Rock
Nos enfrentamos a lo que será el próximo himno y canto de batalla. “Esta noche todos somos uno, somos los malditos, somos los hijos del rock”. Una canción de conciliación para todo el fandom de Mägo de Oz, en que nos recuerdan que independiente del gusto personal por alguna voz, todos remamos juntos hacia el mismo lado. Un tema que definitivamente habrá que cantar al calor de una fogata.
- Por si un Día te Pierdes
El tema que toca más corazones de todo el álbum. Nuestro querido Txus le dedica esta hermosa canción a su hija, Leia, para cuando en el futuro él ya no esté presente. No necesitas ser papá (o mamá) para que las lágrimas derritan tu corazón, basta algo de empatía. Lejos de sonar una canción triste, está llena de amor y alegría. Nuevamente Josema y Mohamed se llevan el protagonismo. El remate causa curiosidad, pues pareciera ser el sonido de una ecografía, con los latidos del corazón de la pequeña Leia.
- La Voz de los Valientes
Sin notarlo, hemos llegado al final. La aventura en el Metalverso termina arrancando con una armonía de teclados con la hermosa y dulce voz de Xana Lavey, para luego recibir a Rafa. Muy probablemente otro himno, con una poderosa batería y doble bombo. Nuevamente Francesco Antonelli se luce con solos de teclado muy psicodélicos, a los que se les suman Victor de Andrés y Jorge Salán. Termina con un sonido de caja musical, como si estuviéramos en una película, lo que nos puede recordar el cortometraje de Ilussia.
Estamos de acuerdo con los otros review del disco. Si bien, Mägo siempre deja su sello de fábrica, es el disco más metalero que han compuesto en su carrera. Algo que muchos han esperado por más de 20 años. Una carátula que nos engaña, que luce “infantil”, pero solo es el truco de marketing para dar que hablar (donde los haters colaboran bastante), porque musicalmente es completamente lo contrario. Es un disco diferente a lo que Mägo de Oz nos tiene acostumbrados. No podemos decir que esto es “under” o pensado para “trve norwegian metalheads”, pero definitivamente es un sonido más duro que lo habitual, que se aleja del fölk metal alegre y comercial sello de la casa. Es un disco que deja con ganas de querer escuchar más, los 55 minutos se hacen cortos, y es que cuando lo pasas bien el tiempo vuela.
Finalmente, queremos agradecer a Txus di Fellatio por confiar una vez más en nosotros y regalarnos la alegría, el honor y el privilegio de vivir una experiencia como esta.
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