La banda española Mägo de Oz tenía la difícil tarea de ofrecer un show sin sus dos rostros más visibles, los cantantes Zeta y Patricia Tapia, ambos ausentes afectados por problemas médicos. Sin embargo, tras dos shows repletos, los fans y el grupo pueden sentirse satisfechos.
Cerca de las ocho de la noche, la banda chilena Austral empezó a calentar los ánimos de un Teatro Caupolicán que ya se veía repleto. Con lo que ellos llaman “metal étnico”, hicieron saltar y gritar a un público con su homenaje a los pueblos indígenas, especialmente al pueblo mapuche y selknam.
Temas como “Newen”, “Cacería” o “Atsowen” mostraron que hay talento en Chile. El Caupolicán así se lo reconoció, luego de casi 40 minutos de show, que terminaron con una estruendosa ovación, que no siempre se ve para una banda telonera.
20 minutos antes de lo esperado, Txus di Fellatio, fundador de Mägo de Oz, apareció con una bandera chilena amarrada a su cuello, y se sentó en su batería. El show había iniciado.
Poco a poco fueron apareciendo los integrantes de la banda, incluidos Charly López (Bon Vivant) y Xana (Celtian). Ellos fueron los encargados de abrir la noche con “Al Abordaje” de su último disco “Bandera Negra”.
Si bien era imposible suplir a Zeta y Patricia Tapia, la química entre Charly y Xana contentaron a un público que no había visto a la banda desde 2018, y que se involucró desde el primer minuto con el show.
Sin un respiro empezó a sonar “El Libro de las Sombras”, en la voz de Rafa Blas, quien se hizo conocido luego de ganar el programa La Voz en España. Más de alguno se sorprendió con la potencia vocal del cantante.
Pero ni esa potencia logró superar a las 7.000 voces que repletaron el Teatro Caupolicán y que corearon de principio a fin el clásico “Molinos de Viento”. El público ya estaba rendido y se sentía uno más en el show.
Y literalmente se hizo partícipe a los fans. La banda subió al escenario a “Pato”, un miembro de Chile de Oz, su Comunidad de Fans en el país. Con él en la batería tocaron “Resacosix en Pandemia”. Un momento de fan-service total.
Canciones como la “Dama del Mar” o un clásico como “La Danza del Fuego” hicieron vibrar a un público que no dejaba de cantar y apoyar a la banda de folk-metal. Xana también tuvo su minuto de brillar con el tema “Aplauso Herido”.
Y luego el escenario se tiñó de un rojo oscuro… El tema que empezaba a sonar era “Astaroth”, cuya mística fue interpretada a la perfección por Rafa Blas, que seguía mostrando que su elección como vocalista estaba a la altura.
El show continuó con dos canciones del disco Ira Dei, lanzado en 2019, “El Amor Brujo” y “Tequila tanto por vivir”. Entre estas canciones se dio otra de las interacciones que tuvo Charly con el público a lo largo de la noche.
Frases clásicas chilenas como “Somos el mejor país de Chile hermano” o “Está wena la wea” hizo reír varias veces al público, que acogió a Charly como si llevase toda una vida en Mägo de Oz.
Luego vinieron otros clásicos como “Hasta que el Cuerpo Aguante”, “Hoy Toca ser Feliz”, que con su ritmo movedizo hicieron saltar y gritar aún más a los fans de la banda.
Pero era el momento de un respiro, que se dio con la balada “Desde mi Cielo”. El teatro se iluminó por completo con las linternas de los celulares, a petición de Charly López, cuya voz se unió al coro de un Caupolicán lleno.
Era el turno de “La Costa del Silencio”, del disco Gaia del 2003. Posiblemente más antiguo que muchos de los niños que asistieron al recital junto a sus padres. Aunque había varias generaciones, todos tuvieron en común el disfrute de esta música.
Tras la balada “Desde mi Cielo”, Víctor de Andrés escogió a una chica del público para regalarle su guitarra. Paty, también integrante del Club de Fans Chile de Oz, fue a esperar a la banda días antes y Víctor la recordó.
Con no menos energía, la banda siguió con temas como “La Vida Pirata”, “Tu Madre es una Cabra” y “Bandera Negra” o “La Cantiga de las Brujas”, antes de llegar a los dos últimos temas de la noche. Y el público seguía gritando y saltando, siempre dando un poco más.
El público, a sabiendas de que el show estaba por terminar, empezó a gritar “¡Fiesta Pagana!”, una y otra vez. Pero Txus se tomó varios minutos para recordar a los ausentes y agradecer el apoyo y esfuerzo de sus reemplazantes.
“Todos son muy importantes, y por eso jamás vamos a olvidar lo que han hecho gente como Rafa, como Charlie, como Xana (…) siempre vais a ser un Mägo de Oz”, dijo Txus emocionado.
Y entonces el público obtuvo lo que quiso. La fiesta pagana se desató, y la música se fundió en una sola con los gritos, los saltos y los aplausos de la gente.
Un show que supo superar las dificultades y que dio cierre a la gira Al Abordaje Tour 2022, y que emocionó a la propia banda. El público chileno demostró que “Todos somos Mägo de Oz”.
Por: Axl Hernández
Fotografías: Manu Head Photography