La banda presentará el viernes en Laguna de Duero su último álbum ‘Ira Dei’, acompañado de los clásicos que les llevaron a la fama.
A la espera de un posible Apocalipsis, vista la situación de los mares llenos de plástico o el incendio del Amazonas, Txus di Fellatio, batería, compositor y fundador del grupo Mägo de Oz, crea y narra a través de su nuevo álbum, ‘Ira Dei’, la lucha interna que todos tenemos entre el bien y el mal, hijos de una mujer inseminada artificialmente con ADN de Cristo extraído de la Vera Cruz. La banda presentará esta historia a ritmo de rock el viernes 30 de agosto a las 22:00 horas en la Plaza de Toros de Laguna de Duero, y compartirá escenario con Burning.
–¿En qué punto se encuentra Mägo de Oz?
–Llevamos 31 años de carrera y hacía cinco que no sacábamos un disco. Después de los 50 conciertos de este verano, nos vamos un mes a Estados Unidos, y aún nos quedan 30 actuaciones en Latinoamérica. Vivimos en el segundo tiempo del partido, más cerca del final que del principio. Estamos jóvenes aún, pero todo tiene una edad y no me veo mucho más tiempo. El rock es juventud y rebeldía. Hay que tener cuidado de no parecer ridículos.
–¿Cómo se ve entonces dentro de veinte años?
–Viendo obras con el periódico debajo del brazo. Soy un ‘rara avis’ de los artistas porque no tengo redes sociales, ni siquiera ordenador, y soy de los que escriben cartas. No quiero perder el acto de comprar un periódico o salir a tomar un café, porque me encanta. Esta forma de ver la vida se puede extrapolar a la música, que tiene una grave crisis, porque con pulsar un botón tienes lo que buscas. Se ha perdido la ‘incomodidad’ de ir a la tienda de discos y el placer de disfrutarlo al llegar a casa. Es imposible que ahora la música se valore, porque las cosas chulas son las que cuestan, no solo dinero, sino esfuerzo.
–¿Qué podremos ver en Laguna?
–Serán dos horas y cuarto de ‘show’. Tocaremos siete temas de ‘Ira Dei’ y otros catorce que todo el mundo está esperando, nuestros clásicos que nos hicieron famosos, como ‘Molinos de viento’, ‘Fiesta Pagana’ o ‘La costa del silencio’.
–¿Qué supone para el grupo compartir escenario con Burning?
–No sabía que tocábamos con Burning. Después de tantos conciertos, no controlo cada actuación, pero me parece una magnífica noticia. Es una banda legendaria y merecen todos mis respetos, así que encantado de compartir el escenario con ellos.
–’Ira Dei’ se ha hecho de rogar y tiene muy buenas críticas, ¿lo considera un buen trabajo?
–Si me das a elegir entre ‘Fiesta Pagana’ y una canción nueva, voy a elegir esta última, porque es lo que soy yo ahora. Lo otro es pasado, que está muy bien, pero yo no podría componer una canción igual que hace veinte años. Estoy orgulloso de ‘Ira Dei’ porque con él hemos recuperado un poco el espíritu de hacer canciones elaboradas.
–La portada de ‘Ira Dei’ generó polémica, ¿cree que fue una ofensa por un tema religioso o por la aparición de una actriz porno?
–Un poco de todo. Últimamente, hay abogados cristianos que buscan cualquier cosa que incite al odio para atacar, cuando para mí incitación al odio es intentar curar un homosexual. La pederastia y todo lo que tiene que callar la Iglesia es delito. Muchos deberían estar en la cárcel. No me preocupa en absoluto lo que digan, desde aquí les invito a que me denuncien porque así saldríamos más en los periódicos. Aunque sea mal, pero que hablen.
–¿Cómo ha afectado esto en Sudamérica?
–Allí se sorprenden. Nosotros llegamos hace 500 años, les arrebatamos todas sus creencias y a golpe de látigo les pusimos a adorar a un hombre ensangrentado en una cruz, que está siendo torturado. Ahora Sudamérica tiene una convicción religiosa muy fuerte. No entienden cómo en Europa, la madre del cristianismo, las iglesias están vacías. El perfil del joven rockero sí acepta el mensaje, pero en general hemos tenido problemas con la Iglesia.
–¿Y a los conciertos?
–Alguna vez han intentado suspender nuestras actuaciones porque venía a su ciudad una banda satánica. Me parece increíble que se cancelen conciertos en España. Estas luchas y vendettas por la ideología política entre izquierda y derecha van en contra de la cultura. Si hacemos el ejercicio de leer letras de canciones de grupos de los 80, como Mecano o Loquillo, veremos cómo ahora sería un problema publicarlas. ¡Cómo hemos retrocedido en el tiempo! Los artistas somos intérpretes. No tiene por qué ser verídico ni hacemos apología de lo que contamos. Los políticos son los que tienen el poder de hacer daño o de arreglar las cosas. Los artistas no somos tan peligrosos.
–’Ira Dei’ será una novela después del verano, ¿cómo la lleva?
–A finales de otoño creo que ya estará a la venta. Es la primera vez que me enfrento a una novela, pero me apetece probar. No es que quiera ser escritor, me lo tomo como una anécdota. Es para mis fans, humildemente y con mis errores, pero ahí está.