- La banda ya tiene planificados los próximos diez años, en los que sacarán cinco discos.
- Después de celebrar los 30 años con el concierto ‘Diabulus in Opera’, estrenan el disco “más heavy” de la banda.
- Así suena el apocalipsis que vaticina Mägo de Oz en su nuevo disco, ‘Ira Dei’.
La banda de rock heavy, Mägo de Oz, lleva 30 años en los escenarios, suficientes para poder permitirse volver a su época dorada con el lanzamiento de su último disco, Ira Dei, que aterrizó en las tiendas el pasado 8 de marzo y que ya es número uno en ventas en España y México.
El grupo formado por Txus Di Fellatio, Zeta, Frank, Carlitos, Moha, Josema, Fernando Mainer, Javi Díez y Patricia Tapia tiene ya 13 discos de estudio a sus espaldas y numerosos recopilatorios. Ahora apuestan por un tono “más heavy que nunca” en un disco, el primero de una nueva trilogía al más puro estilo Gaia.
Hablamos con el compositor y fundador de la banda, Txus Di Fellatio, que nos desvela los entresijos de esta nueva creación y nos avanza los próximos diez años de la banda.
Para empezar, este nuevo disco trata del apocalipsis, ¿por qué? ¿Crees que el día del juicio final está cerca?
Todos los discos de Mägo de Oz son conceptuales, giran alrededor de una historia (a mí me gusta llamarlos ‘novelas musicadas’). No hay más que leer la prensa o salir a pasear para ver que estamos en la prórroga de la existencia.
Hace poco vi un documental que mostraba cómo estaban los corales llenos de plástico, una imagen brutal que me recordó a las plagas del apocalipsis. Por eso pensé en hacer un disco sobre ello, dirigido sobre todo a los fans de nuestro Jesús de Chamberí.
En esta historia comparo las antiguas plagas con la actualidad. Por ejemplo, cuando decían “los mares lloverán sangre y muerte”, yo veo el Mar Mediterráneo. Todo se puede extrapolar al día de hoy.
Has catalogado el disco como “lo más heavy” que habéis hecho nunca. Cuatro años después de Illusia, que no era de este estilo, ¿por qué este cambio drástico?
Porque nos apetecía no acomodarnos. Cuando un grupo se hace mayor va suavizando sus canciones, pierde la rabia del principio. Un grupo joven, del tipo de música que sea, pasa muchas calamidades para conseguir un contrato y eso se refleja en sus letras, esa ira y rebeldía de los comienzos es única.
Cuando tienes la vida resuelta ya no eres rebelde y eso se nota en la música, te arriesgas menos y es más conformista. Por este motivo decidimos hacer un disco parecido a Gaia II.
Ira Dei es la segunda parte de una trilogía. ¿Por qué publicar primero la segunda parte?
Viendo Star Wars pensé que nosotros también podíamos sacar primero el volumen II. El siguiente será el III y luego haré la precuela, el I. Pero entre los Ira Dei sacaremos discos más celtas y más tranquilos, para que la gente tenga ganas y para oxigenarnos nosotros también. Yo ya tengo planificados los cinco próximos discos, entre los cinco y diez próximos años de la banda. Los 60 años es una buena época para pararse a pensar. Todo tiene una etapa y esa es una buena edad para no estar arrastrando ni el nombre, ni el cuerpo. Todo tiene un momento, independientemente de como seamos físicamente. Pero creo que para el rock hay que saber parar.
¿Significa eso que puede que dentro de diez años Mägo de Oz se retire?
No, para nada. Solo creo que hay que saber ver el límite. En mi vida he ido quemando etapas. No he vuelto a jugar al fútbol, por ejemplo. Mi miedo es que la voz no me diga “Txus, hasta aquí”. El problema también es que el aplauso es adictivo y el silencio, muy cruel. Llegar a casa y que nadie te llame al teléfono debe ser muy duro. Yo no lo sé porque aún estoy en activo, pero mi miedo es no saber decir “hasta aquí”. Hay también que vivir una vida más real.
¿A qué te refieres con “más real”?
Los artistas vivimos una vida que no es normal. Por ejemplo, cuando vuelvo a mi casa después de una gira, necesito un periodo de cinco días de adaptación. Cuando estoy fuera, llamo a la habitación del rock manager y le pido lo que sea, y me lo consiguen. Sin embargo, en casa mi señora me da una ostia y me dice: “Eh, que no estás en un hotel, te haces tu los macarrones”. Yo tengo la suerte de que cuando vuelvo a mi casa Txus Di Fellatio desaparece y se queda el Txus de andar por casa, el de la barriga y el pijama que se le ve la hucha, el humano.
Volviendo a la temática de los discos… ¿Qué tienes pensado para las otras dos partes de la trilogía Ira Dei?
Este álbum termina desvelando que lo que llamamos Dios en realidad son unos seres que vienen de otro planeta y que salen del Triángulo de las Bermudas. Tanto Dios como el Diablo son dos extraterrestres que se aburren y se juegan las almas de los pobres humanos.
La tercera parte mostrará cómo ha quedado el mundo después del apocalipsis, hablando de las tribus y los clanes. El primero, me imagino que hablará de cómo de las estrellas y de un planeta lejano llegan unos seres a un planeta chiquitito al que llaman Tierra y dicen “vamos a hacerles unas pirámides a esta gente”.
La historia empezará ahí y contaré el transcurso de la humanidad, y como tanto ese Dios y el Diablo han derrocado regímenes, han colocado un Hitler o un Napoleón… Todo con el fin de probar de qué pasta estamos hechos. Esa es la idea.
El disco llegó a las tiendas finalmente el 8 de marzo, Día de la Mujer, ¿fue intencionado?
No, no estaba preparado, pero ha coincidido. De hecho, la portada del disco lleva a una mujer sufriendo el martirio. La degradación a la que se está llegando con este tema, hasta el punto de que una mujer tiene que estar en un grupo de WhatsApp para salir a correr… es demasiado. Tenemos que ver con tranquilidad y, sobre todo, normalidad, que la mujer y el hombre somos lo mismo, ni más, ni menos. No hay que retorcerlo ni para un lado, ni para el otro.
De hecho, en el disco incluís un tema sobre violencia de género, Tu Funeral. ¿Por qué?
Me encanta poner sobre la mesa un tema, no posicionarme mucho y dejar que la gente cree un debate. La canción de Tu Funeral es una de las más duras que he hecho nunca. Habla de una mujer que le está cantando al cadáver de su maltratador y le dice que por fin, en ese ataúd, va a tener una cama donde poder violar. También le desea un buen viaje al infierno… Es una letra muy dura.
Está hecha desde el odio y la venganza, y ahí me gusta dejar el debate. Unos dirán “que se pudra” y otros pensarán “joder, le está cantando friamente en el funeral”. Aunque, evidentemente, un tío que ha intentado quemar a su expareja, si se muere, que le den por culo.
Entonces, ¿crees que la música de hoy en día sirve para transportar ideas reivindicativas para cambiar la sociedad?
Sí. Creo que la primera labor de la música es lúdica. Sirve para divertir y como analgésico contra el estrés del día a día, para levantar el ánimo cuando se necesite. Como digo siempre, la música es la medicina del alma. Esto está genial, pero creo que también tiene que educar, redirigir y crear un debate.
Me gusta tratar temas de la sociedad porque tengo la responsabilidad de que, habiendo fans que tienen entre nueve y once años, debo transmitir mensajes positivos. “Si la vida te pisa, desenvaina una sonrisa y vuélvete a levantar”, por muy mal que te vaya hoy, mañana sale el sol, “todavía amanece gratis”.
En este disco solo hay una colaboración, la de Ara Malikian, ¿por qué solo él?
Queríamos que esto fuera solo de Mägo de Oz, porque últimamente nuestros discos estaban llenos de colaboraciones, de gente externa. Nos apetecía hacer un disco nuestro, más minimalista en el sentido de que es algo de Mägo de Oz, haciendo canciones para los fans de Mägo de Oz, sin necesidad de ponerle bolas al árbol de Navidad.
Sin embargo, para el single sí necesitábamos que en el vídeo saliera alguien guay. Ara ha sido un artista que siempre me ha llamado mucho la atención. Empezamos a trabajar con él con su participación en el ‘Diabulus in Opera’ y él estuvo encantando, así que le elegimos a él.
Hablando del single… El estilo no se parece en nada al resto del disco y, un tiempo antes del lanzamiento presentasteis otro tema, La Cántiga de las Brujas. ¿Por qué esa canción antes que el sencillo?
El tema principal es el más comercial y dispar que hemos hecho nunca. Empieza con un fragmento muy electrónico y muy chill out. Nos daba miedo que lo primero que la gente escuchara fuera eso, porque no es realmente representativo del disco.
La estrategia era hacer una canción que llegara a un público concreto, al que ha sustentado al grupo desde el lanzamiento de Finisterra, que no es el público de heavy. Nosotros llenamos no solo de público metalero, sino de gente que escucha de todo. En mi época o eras rockero o popero… Ahora la gente escucha de todo. Por suerte se han roto todas esas barreras invisibles.
Para terminar, ¿qué planes de gira tenéis?
Empezaremos a finales de abril, estaremos cuatro meses en España tocando unos seis o siete temas del nuevo disco. En octubre nos iremos a Estados Unidos un mes y medio, después descansaremos durante las navidades y en febrero o marzo de 2020 haremos la presentación en Madrid, tocando ya el disco entero. De ahí, ya nos iremos a Latinoámerica durante tres meses.